sábado, 11 de abril de 2020

Abandonemos la siesta, para cuando nos saquen de la cuarentena.

“Porque todos, tanto los que gobiernan como los gobernados, son hombres, que rehúyen el trabajo y propenden al placer”. (Spinoza, B. “Tratado teológico-político”. “El estado hebreo”. Capítulo XVII. P 20.)  La presente es una propuesta ciudadana, desde uno de los arrabales más pobres del país. Consiste en desregular los horarios en los que culturalmente, multitudes que poblamos la zona norte del país, para aprovechar el tiempo denominado “siesta” luego del mediodía y antes de la tarde, para aplicar un nuevo turno laboral en la administración pública, como en el ámbito privado, generando con ello, una mayor diversidad de movimiento, menor cantidad de aglomeraciones, una optimización de los recursos existentes en tiempo de restricciones sanitarias, que más allá de sus flexibilizaciones seguirán por un tiempo más largo del deseado y esperado por todos. 

Así como desde el ámbito educativo se piensa en recomponer el calendario, aprovechando semanas de meses como diciembre y febrero, el mundo que nos quede después de la actual pandemia que nos esta asolando, requerirá de cada uno de nosotros algo más que el cumplimiento de la orden del aislamiento preventivo y obligatorio. 
Requerirá por ejemplo de que dejemos de jugar a héroes y villanos, ese juego tan perverso, nocivo y binario, de aplaudir a rabiar a personal médico cuando los vemos a distancia, y de rechazarlos, señalarlos y discriminarlos cuando por algún motivo, que no sea el cuidarnos, se nos avecinan sin que se los pidamos. 
Requerirá que dejemos de pretendernos erigirnos en una república aparte, por el delirio de uno o de varios, no sin antes, integrarnos y dejar los tristes y crueles números de tantos hermanos viviendo en el estrago de la pobreza, la marginalidad y el hambre retrasado. 
Requerirá que en otros tiempos de crisis, que sobrevendrán por la innata incapacidad de poder prever todos lo acontecimientos que puedan condicionarnos, tengamos una verdadera actitud solidaria, de pedirles y requerirles mayores esfuerzos a los que tengan mayor capacidad de sobrellevarlos o de responsabilidad en tal sentido, y que no recaiga, como siempre, la uniformidad de que todos por igual seamos responsables de enfermarnos o no, y con ello de afectar a todo el espacio comunitario. 
Requerirá de que comprendamos, que las personas que crean, piensan y reflexionan, hacen el mismo trabajo, aporte y colaboración para con el colectivo ciudadano, que aquellos que hacen, producen e intercambian en un mundo que seguramente, se repensará en relación a sus nuevos tiempos, espacios y prioridades. 
Requerirá que reveamos, más allá de dogmas, de creencias, de religiones, de ideologías y supersticiones, la tabla de posiciones de nuestras acciones y valores, para volver a dotar de sentido, a una vida que no sea un triste paso, de reiteraciones, multiplicaciones, repeticiones y acumulaciones, a las que tal vez nos veníamos consagrando, sin tener en cuenta a ese otro, al que ahora no podemos, tocarlo, abrazarlo ni besarlo.
Requerirá ese mundo, de nosotros cuando salgamos, que seamos otros para nosotros, para el vínculo, para la traducción y el intercambio. 
Requerirá que algo que este a nuestro alcance, como modificar costumbres y calendario, hagamos, para que luego, podamos trabajar, social y políticamente, en la conformación de una comunidad, que con esos otros valores que vayamos logrando, alumbre nuevas o renovadas multitudes, que pretendamos otras cosas de nuestros políticos y representantes, y de tal manera se los hagamos sentir, cuando sean candidatos y cuando los unjamos. 

Por Francisco Tomás González Cabañas. 





martes, 30 de julio de 2019

Modelo de gobierno o gobierno modelo.

No debe importar el tamaño, ni el color de la lapicera,  sino como la use. La similitud con lo sexual, no tiene una razón metafórica o una necesidad del suscribiente para ratificar una tesis, es lisa y llanamente sentido común. Gobernar es dar lo mejor de uno (el gobernante) como el amante da lo mejor de sí para el otro en la cama o en la intimidad.

Uno de los mayores peligros es que en el afán de hacerlo todo rápido, bien y a la perfección, es caer en la precocidad. En una suerte de cumplimiento de lo dictado, en la parusía de las recetas pre-moldeadas de gobernanza que con tanto y supuesto éxito, terminan de colonizar nuestra imposibilidad de recuperar la serenidad.
En un mismo orden de ideas, en pleno contexto occidental en donde nos hemos amputado la mencionada posibilidad de actuar con serenidad, sí vamos vertiginosa o alocadamente, seguramente vamos a acabarnos y el problema no tiene que ver con la finalidad misma, es decir con terminar acabados, sino de disfrutar el viaje y de al menos dotarlo al mismo de un sentido fuerte y con una valedera como valiosa, significación.

Tanto actuar meramente administrativo, así se trate de obras de infraestructura o de reparto de dádivas, prebendas o asistencialismo, generará que gobernado nunca reconozca el esfuerzo del otro (es decir siempre querrá un polvo más, un encuentro  en donde depositará la expectativa de ser comprendido y acabar a la par, que del goce luego se camine al placer) dado que estará solamente alimentando,  este canal, esta sintonía, este orden. La escenografía, de las democracias occidentales actuales, nos remite al mito de Sísifo con la piedra que cae,  sempiternamente desde lo alto de la montaña, pese a ser levantada y llevada una y otra vez.
A veces cambiar el color de la tinta de la lapicera puede ayudar para lo inmediato (pero nunca es una solución de fondo, todo lo que el marketing, el coach y demás tácticas de rapiña ofrecen a los políticos y por ende a la política), lo cierto es que el ritmo de viajes, inauguraciones, de reuniones, de presencia en fiestas, en redes sociales, debe tener un anclaje en una construcción que contemple a ese otro gobernado, o amado. El gobierno debe estar acendrado en algo más que en la minuta, que en la eyaculación precoz, que ofrecen los especialistas en medios y en comunicación.
La política es esa comarca, esa morada, la cama en donde el gobernante debe dar cuenta de sus mejores artes. El que se hable de cómo generar mayor participación, de brindar y no blindar, un sistema o forma de votación, más claro, más transparente, que se colijan las experiencias de otros (los ex) que hayan gobernado y mediante homenajes lo mejor de cada uno de los tiempos pasados, fungirá como ejercicio pleno de un haber dado amor público y político, que le cambiará o al menos, se irá en la intención, a la mayor cantidad de gente.
Repartir planes, proyectos, power point que vienen digitados de otros lugares (con intereses y beneficios que siempre están fuera del lugar de arraigo), robotizarse en el envío atontado y alocado de gacetillas para cortar cintas que no desatan ningún nudo, es una mera eyaculación precoz, que más temprano que tarde, sino se ofrece más que esto, el amado o gobernado, además de recriminarlo, elegirá a otro (incluso un objeto) que le prometa amor, y que verá con el tiempo sí le cumplió o si se trató de otro mero eyaculador precoz.    
Este finalmente, como proverbial narcisista, al no tener la posibilidad de ver al otro, por ende de interesarse en lo que le pase, o en esforzarse por comprenderlo, dejará un tendal de gobernados, no sólo sin amor, sino también sin dignidad y sin comida. Nada muy diferente a nuestras democracias actuales que minadas, desbordadas de pobres y de pobreza, necesita una cura analítica, en términos de la palabra, de la razón, del logos.

Por Francisco Tomás González Cabañas.-

lunes, 26 de marzo de 2018

Licenciatura en Pensamiento.



Proponemos la institución de la siguiente carrera de grado, en verdad disciplina que de acuerdo a nuestra consideración, pueda ser encuadrada en el corpus académico, a los únicos efectos de contribuir a la sociedad con una preparación más reflexiva y por ende serena, de sus integrantes, que al verse más realizados en su condición de humanos, podrán devolver a su comunidad lo mejor de sí que tendrá estricta relación en cuanto a cómo y en que estén formados. No pretendemos una reforma en el área educativa ni en la esfera del colofón que le asigne la educación instituida como formal. Pretendemos sí, la institución del pensamiento, como objeto aprehensible, asimilable en forma concreta y específica para lo que demanda la sociedad, industrial, actual. Se sabe que como sujetos de la presente modernidad, estamos atados, a los resultantes que nos exigen en términos numéricos, a seres, como nosotros que somos seres hablantes, que incluso, somos hablados por la institución previa que es la ley, que es la palabra, que es la totalidad que representa el conocimiento, o el símbolo del padre o de dios.
En términos metodológicos nada más sencillo que la aprobación de la presente carrera de grado, para los trámites burocráticos y administrativos, contaremos con quiénes se encarguen de ello, para afianzar la necesidad de contar con una licenciatura en pensamiento, contamos con usted que está leyendo, que nos enviara su apoyo, vuestra suscripción a la propuesta, como lo que este a su alcance, que interceda ante la institución donde se desenvuelva para que den apertura a la presente carrera, o que inste a quién corresponda para que al menos escuchen nuestra propuesta, o que pueda ser replicada entre los suyos por intermedio de los medios que usted considere.
Para que la licenciatura en pensamiento sea tal, sólo requeriremos dos aspectos nodales que difícilmente puedan ser modificados, sin que modifiquen la esencia de lo propuesto.
Las materias o cuerpos de estudio, podrán ser de los tiempos que cada unidad académica lo considere, pero nunca irrumpirán el principio que se estudiara desde lo particular a lo general. Sea trimestral, cuatrimestral, semestral o anual, el estudiante de la licenciatura en pensamiento, elegirá entre cincuenta pensadores, a treinta de ellos, lo que en definitiva constituirá su carrera de grado, su plan o programa de estudios. Se elevará una lista de al menos mil pensadores que a lo largo de la humanidad, mediante reconocidos y obvios aportes a los diferentes campos del saber, realizaron, por sobre todo contribuciones creativas o innovaciones a la condición humana. El objetivo, para dar por aprehendida (en los viejos términos académicos, aprobada) o asimilada la materia, es que el estudiante deberá hacer asimismo un aporte, contribución o agregado a la obra del pensador estudiado, sea este mediante una crítica, refutación, o bajo conceptualizaciones que tiendan al desafío aporético de cada uno de los pensadores que hubieron de ser tomados como materia puntual  de estudio. El resultante final, no podrá ser un calificativo numérico, o lo será en tanto y en cuanto, subyazca a él, un trabajo escrito, una producción artística o una realización que tenga por evidenciada que se pensó la obra del autor, cuestionándola, indagándola y sometiéndola  a la reflexión serena, que se constituyen en las acciones indispensables que demanda la licenciatura en pensamiento.
A los efectos de no dar a crédito, a quienes irreflexivamente puedan aducir o señalar que para pensar no se necesita de una licenciatura o que licenciar, académicamente es innecesario y hasta incluso atentatorio contra el pensar mismo, dejamos en claro, que se trata de estar parados desde la perspectiva aún no pensada o no transitada, profundizaremos de la siguiente manera.
La institución de la ley, más que apoyarse en lo escrito, en la palabra (como previamente en la fuerza que deviene de ella), se ordena simbólicamente, por intermedio de un sistema educativo, que al realizar este clivaje en la representación, olvida o deja de lado, el conocimiento, el saber o el encuentro que puede resultar del pensar. La institucionalización de los actos del razonamiento, llevaron al hombre a que construyera el edificio educacional-normativo, que nos entregó el presente mundo tecno-ciencista, que no piensa, sino reproduce, multiplica, genera interfaces, respuestas, pero ha dejado de preguntarse, no sólo lo elemental, sino también lo básico y lo indispensable.
Ante las puertas del inicio de lo que da en llamar el mundo de la inteligencia artificial, el hombre terminara de entregar una de sus condiciones más determinantes, que lo hacen tal, a los efectos de continuar en la ilusión de que alguna vez podrá vencer las limitaciones que precisamente lo hacen hombre.
Entregada la inteligencia, quedará como último recoveco, como última buhardilla, como último resquicio de lo humano, el pensamiento. Este no debe ser sacralizado, como ya se lo empieza a sacralizar, ni mucho menos, ser el reducto de un conjunto poco visible de anacoretas o seres extraños. Si alguno de estos desea seguir en tal condición, la presente propuesta no se lo impedirá, pero tampoco, al no presentarse, no será cómplice de un mundo que se encamina a dejar el pensamiento, como una excentricidad de un puñado de extraños.
El pensamiento, mediante esta licenciatura, debe ser incorporado en la matriz del engranaje de lo humano. Debe permitirse, el estudio no de una ciencia tal como las tantas, sino el colegir la obra de al menos treinta pensadores que hayan dejado su aporte a la humanidad, para que tengamos entre nosotros, a quiénes puedan formarse bajo estos parámetros, y de esta manera, tener perspectivas desde puntos diversos, que es básicamente una de las geografías más interesantes que nos puede ofrecer la condición humana.
El poder es lo que no se puede comprar. La ley es lo que no deseamos cumplir. La libertad es lo que no podemos realizar. La política es lo que no podemos asegurar.
La licenciatura en pensamiento, generara poder, a partir de lo que produzca que no será inmediatamente intercambiable, es decir traducible en un objeto de mercado, en todo caso se entronizara como ley, para cuestionar la validez o validación de nuestros deseos, que deberán estar en consonancia con lo que nos exija el mundo de nuestra humana condición. Dado que aún no está formalmente inscripta como carrera de grado, se realizará o se consumara en tanto y en cuanto todos y cada uno de los que creamos en la dinámica de lo que podemos hacer, lo llevemos a cabo, con un libre albedrío responsable o que se replique, en promocionar o asegurar ese espacio de libertad, que precisamente afiance acciones como las de pensar, reflexionar, o intuir, con razón y  serenidad, lo que el hombre pueda encontrar como mejor para sí y los de su comunidad. Nada garantizara que esto se empalme, fehaciente y efectivamente, deberá interceder la dialéctica de lo humano, y por sobre todo el vehículo del convencimiento, para aquellos, por lo general los más numerosos, que resguardados en la zona de confort de los hábitos, las tradiciones inerciales  y el útero de conformidad en que muchas veces se acendró la razón instrumental, o se terminara de aprovechar la inteligencia artificial (a riesgo de que nos seccionemos no ya el falo entronizador de la ley, sino la sustancia esencial de lo humano) harán lo imposible, consciente o inconscientemente, tanto para que esto no se conozca, no se multiplique, no convenza y finalmente no se lleve a cabo.

“Vivir es entrar en una institución, es ser una criatura de  la ley, la vida se juega en una dimensión jurídica, donde este Otro nos inscribe y nos transporta en un nombre propio” . P. Legendre. (“El inestimable objeto de la transmisión. Estudio sobre el principio genealógico en Occidente”, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 1996)

Por Francisco Tomás González Cabañas.-

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Creación del Ministerio de la Mujer (Provincia de Corrientes)

Artículo 1º).- Créase el Ministerio de la Mujer, la cual tendrá como función  asistir al Gobernador, en el diseño, coordinación y evaluación de las políticas, planes y programas destinados a promover la equidad de género y procurar la eliminación de  toda forma de discriminación en contra de las mujeres. El Ministerio velará por la coordinación, consistencia y coherencia de las políticas, planes y programas en materia de igualdad de género.
Artículo 2: Le será ofrecida a la Primera Dama (sea esposa, cónyuge, conviviente o hija) la cartera ministerial presente. En caso de no corresponder o ser rechazada la propuesta será el gobernador quién designe de acuerdo a la condición constitucional de idoneidad.
Artículo 3º).- Al Ministerio le corresponde planificar y desarrollar, políticas y medidas especiales destinadas a favorecer la igualdad de derechos y de oportunidades entre hombres y mujeres, procurando eliminar toda forma de discriminación basada en el género, la plena participación de las mujeres en los planos cultural, político, económico y social.
Artículo 4°).- El Ministerio tendrá las siguientes funciones y atribuciones:
 a)- Proponer al Gobernador de la provincia política, normas, planes y programas orientados a la equidad de género y a procurar el bienestar social de la mujer y eliminar toda forma de discriminación; coordinarlos y velar por su implementación, a fin de garantizar el cumplimiento de sus objetivos y evaluar su aplicación.
 b)- Proponer al Gobernador de la provincia iniciativas legales, reglamentarias y administrativas en las materias de su competencia y evaluar su aplicación.
 Las implementaciones que efectúe el Ministerio tendrán como objetivo asegurar el pleno desarrollo y autonomía de las mujeres y su plena participación en la vida laboral, social, económica y cultural de la provincia, y su acceso a cargos de elección popular y funciones públicas.
 c)- Desarrollar políticas, planes y programas destinados a prevenir, erradicar y sancionar cualquier tipo de violencia contra las mujeres.
 d)- Promover la igualdad entre los hombres y las mujeres en las relaciones familiares, así como el reconocimiento de la responsabilidad común de hombres y mujeres en cuanto a la educación, el cuidado y el desarrollo de los hijos e hijas.
 e)- Promover la incorporación de la perspectiva de género en las políticas y planes de los diversos
Ministerios y Servicios a nivel nacional y regional.
 f)- Colaborar con organismos del sector público, tanto de nivel provincial y municipal, y asesorarlos  en la formulación de los criterios de género que puedan ser incorporados en sus políticas y programas, evaluaciones y procesos de planificación
g)- Establecer y administrar un sistema de información pública sobre el cumplimiento y aplicación de la normativa vigente sobre la violencia de género y la equidad de género.
 h)- Desarrollar estudios e investigaciones necesarios para el cumplimiento de su objeto.
 i)- Realizar procesos de capacitación de los funcionarios públicos en materias relacionadas con las funciones encomendadas al Ministerio, los que también podrán otorgarse a particulares.
 j)- Elaborar anualmente informes sobre la situación de la equidad de género a nivel provincial y municipal.
 k)- Colaborar con las autoridades competentes en la preparación, aprobación y desarrollo de programas de educación, promoción y difusión de las políticas de género.
Artículo 5°).- El Ministerio podrá proponer medidas, planes y programas de carácter temporal que impliquen ventajas concretas para las mujeres o que prevengan o compensen las desventajas que puedan afectarlas en los ámbitos público, político, laboral, social, económico o cultural, con el fin de alcanzar mayor igualdad posible entre hombres y mujeres.
Artículo 6°).- En cada localidad de la provincia habrá una “Oficina Ministerial de la Mujer” a cargo de un “Secretario Ministerial”, que dependerá técnica y administrativamente del Ministerio de la Mujer, quién asesorará al Intendente, velará por la coordinación de los programas que se desarrollen a nivel provincial y local
Artículo 7°).- Créase el Comité Interministerial para la Igualdad de Oportunidades cuya función será colaborar con el seguimiento de la implementación de las políticas, planes y programas orientados a la igualdad d oportunidades entre mujeres y hombres.
El Comité estará integrado por todos y cada uno de los ministerios y secretarias con rango ministerial que designarán una persona a doc para tal fin.
Sin perjuicio de lo anterior, el Ministro(a) de la Mujer, podrá invitar a participar, con derecho a voz, a otros, funcionarios de la Administración Publica o personas de reconocida competencia en el ámbito de las políticas de igualdad de oportunidades y de género.
El Comité establecerá, mediante acuerdo, las normas necesarias para su funcionamiento interno y el adecuado cumplimiento de las funciones que le son encomendadas.
La Subsecretaría de la Mujer prestará al Comité el apoyo administrativo necesario para su funcionamiento. El
Subsecretario será el Secretario ejecutivo del Comité.
Artículo 8°).- El Consejo Asesor funcionará como tal dentro de las competencias que poseía en su calidad de Consejo Provincial de la mujer que quedará subsumido en esta área, cuya función será prestar asesoría al Ministro en materias de igualdad de género y equidad de oportunidades. El Consejo estará regido por la reglamentación que oficiaba como tal en el consejo provincial de la mujer redefinido como consejo asesor.
Artículo 9: De forma.

Fundamentos.
No debemos seguir aceptando que Mujer tenga un área subsumida en un ministerio (el consejo provincial de la mujer depende del Ministerio de Desarrollo social) la Mujer, es una política del estado, por no decir que la mujer es definitiva como decididamente “La democracia”. La mujer, debe tener en Corrientes y sus gobernantes a asumir brindarle un lugar concreto, específico, que sirva como elemento político y simbólico.
Debemos discutir a viva voz (al parecer es más fácil plegarse a una marcha que viene desde arriba o estar a favor o en contra de orinar en una iglesia con las tetas al aire) la conveniencia de crear un Ministerio de la Mujer, como existe en la República del Paraguay del Perú y de Chile (o proyectos a doquier como en el Chaco) "Lo personal es político", fue el lema del feminismo de los años sesenta. Conseguido el voto femenino, no sin esfuerzo, en la mayoría de países desarrollados, las mujeres se dan cuenta que no tienen poder. La democracia como derecho a elegir a sus representantes no mejora su libertad efectiva, no supone la posibilidad de acceder en igualdad de condiciones a los mismos bienes o recursos públicos y privados. No las iguala, las sigue subordinando en la medida en que no las convierte por sí en sujetos de decisión con capacidad de cambiar sus condiciones de vida reales, su día a día, y no elimina la discriminación que venían sufriendo en el plano físico, legal y simbólico. Lo personal es político porque no se puede aislar la política, el poder de organizar y decicidir el destino de una sociedad, de las circunstancias, problemas y conflictos de los individuos que conviven en ella, porque precisamente, esos conflictos, esos problemas, esas circunstancias vitales deben ser el objeto de la política dirigida por los valores democráticos de la igualdad, la libertad, la solidaridad, la justicia...

La política parece flotar sobre la sociedad a la que debería servir. Ya nadie confía en la política. O quizá ya nadie confía en quienes hacen política. Las feministas se dieron cuenta que sus obstáculos no eran individuales o familiares sino políticos, que su avance en la igualdad requería poder político real, poder para cambiar de forma efectiva sus condiciones de discriminación estructural.

Pero, ¿qué ocurre cuando las personas que representan el poder político parecen haberse convertido en los antisistemas? Anti-sistema democrático, de libertad, de igualdad, de dignidad.

La violencia tiene muchas formas. Eso es algo de lo que también saben mucho las mujeres. Saben mucho porque son mayoritariamente débiles en cualquier otra división social: pobres, dependientes, discapacitados, inmigrantes, menores... Son la mitad más vulnerable de todos los segmentos sociales a los que se está atacando desde el poder con la única legitimitad del voto. Pero como ya he señalado las desigualdades estructurales no se solucionan ejerciendo el derecho al sufragio. A las mujeres las permitieron tras siglos de lucha ser ciudadanas, pero las hicieron ciudadanas de segunda, como ciudadanas y ciudadanos menores de edad parecen considerar a sus votantes los que están tomando en este momento decisiones por ellos.

Se habla del impacto social de los recortes, de los ajustes, de las medidas, de los rescates, como si de un simulacro se tratase, como si no hubiese personas reales que ven transformada y arruinada su vida con ellos. Nuestra crisis es política, no inmobiliaria ni financiera. Porque las condiciones personales y vitales de la gente han dejado de ser el norte de los que nos gobiernan.

Y de nuevo los pilares más débiles de nuestra sociedad tambaleándose. Porque sólo se hacen mamografías las mujeres, sólo las mujeres se hacen tratamientos de fertilidad, porque son mayoría utilizando el transporte público, mayoría trabajando en el sector público que se desmantela por momentos, porque suelen ser mujeres en su mayoría las trabajadoras de los comedores escolares, de los servicios sociales, de las escuelas infantiles, porque en general serán ellas las que preparen la comida que ya no dan los colegios, porque sin residencias ni Centros de Día públicos para cuidar a nuestros dependientes, de nuevo serán las mujeres las que asuman esta responsabilidad colectiva, porque con un mercado de trabajo cada vez con menos protección social tedrán como siempre que elegir entre la maternidad y la profesión, y sin profesión dignamente remunerada sólo queda volver a relaciones de pareja jerárquicas y dependientes, porque sin servicios públicos que cubran las necesidades básicas de las personas, los derechos en general y la igualdad en particular, se convierten sólo en una declaración vacía sin contenido real, y cada persona quedará a su suerte, y la suerte será de quien se la pueda pagar o robar, por las buenas o por las malas.

Leí una vez que la fortaleza de una sociedad se mide por la de su pilar más débil. Porque la sociedad es como un puente, y si se derrumba, nos caemos todos. Quizá para levantarnos tengamos que recuperar la política de quienes nos la expropiaron, de quienes nos quitaron la política para las personas, porque como decían las feministas: lo personal es político. (Por la socióloga Pilar Pardo Rubio).
A decir del filósofo Correntino Francisco Tomás González Cabañas “Sí no fuese por todo lo que logra la mujer después que abrió la piernas, seguramente el hombre (en este caso entendido como el género masculino) continuaría la zaga de aventuras bélicas, como las que forjaron nuestra historia, y que de un tiempo a esta parte, devinieron en los combates a control remoto, las simulaciones tan bien narradas por Baudrillard, que constituyen nuestro actual mundo post, ya ni siquiera post-moderno, sino post como apocope de posteo, en la batalla virtual, en la que se dirimen los conflictos por tener mayores me gusta, en esta suerte de cosificación viscosa en la que parece sumergirse la mujer, para que el hombre crea que la somete, cuando en verdad si quiera se pregunta si su vida de sábados y domingos de futbol y el resto de la semana de oficina, con el crucifijo en el zaguán no constituyen una suerte de presidio que lo resguarda de la aventura de lo incierto, de los combates de otrora, en donde entre tanta guerra, compartía lechos con los propios, poniendo en riesgo con ello, es decir jugándosela en los extremos del Eros y el Tanátos, la continuidad de la especie, algo que sin duda y nos guste o no, se lo debemos a la mujer a quién el estado le debe aún un reconocimiento que vaya más allá de un cupo que suena a gueto o corsette”.







martes, 23 de mayo de 2017

Proyecto de Intervención a la Municipalidad de San Cosme. 
A la honorable legislatura:
                         Me dirijo a Vuestra Honorabilidad con el objeto de poner en su consideración el presente proyecto de ley que tiene por objeto la intervención de la municipalidad de San Cosme.
                           A través del presente proyecto, se propone que se disponga la intervención del Departamento Ejecutivo y del Departamento Legislativo de la Municipalidad de San Cosme con fundamento en los hechos que son de público conocimiento producidos tras las declaraciones expresadas en medios de comunicación de orbita provincial como nacional, por parte de los integrantes de ambos departamentos y a quién les correspondería aplicar el principio jurídico de “A confesión de parte, relevo de pruebas” dado que la flagrancia de estas manifestaciones, adquieren Strepitus Fori institucional, al ser los mismos, además de integrantes activos de los departamentos ejecutivos y legislativos, miembros de una misma familia en grado directa.
                          De acuerdo con la información que ha circulado por los medios periodísticos, por parte de los actores, sin que mediara otra motivación más que la consideración feudal, patrimonial, autoritaria, abusiva que poseen ante el concepto de la “Cosa Pública”, trastocándola, travistiéndola, tal como si fuese un botín de guerra, los fondos públicos y los ciudadanos sancosmeños los rehenes de una banda delictual o asociada ilícitamente para desfalcar los fondos de la localidad mencionada, se hace menester este remedio institucional que obra en poder de los representantes del pueblo de la provincia de Corrientes.
                             La repercusión adquirió trascendencia nacional, haciéndose eco de la noticia todos los medios periodísticos del país, los que vienen considerando a esta situación como inédita por lo ridículo, desopilante, y entendido como proverbial culebrón, sino estuviese en juego la lucha contra la corrupción, mal considerado no sólo por eminente politólogos o filósofos, sino por corrientes de pensamientos enteras, como el principal problema de nuestras democracias contemporáneas.
                             También debe ponderarse que, de acuerdo con la información expuesta por investigaciones periodísticas, las ramificaciones de la posible organización delictual en cuestión se extenderían hacia todo el espectro definido como Occidente, no en su hacer, en su protagonismo o incidencia, sino como sucedáneos, como expresiones culturales de quiénes entienden delictualmente lo democrático, tal como se observa lo que sucede en la hermana República Federativa del Brasil.
                             Los hechos acaecidos en dicho municipio (las declaraciones de sus miembros, que como se sabe, además tienen relación familiar directa, son tan o más contundentes que el hecho en sí, pues de acuerdo a la sentencia bíblica, primero fue el verbo, o como diría Miguel Ángel, antes que la forma, la idea) tienen la suficiente envergadura como para provocar una situación de gravedad institucional que afecte el régimen municipal. Insistimos en esta suerte de Síndrome de Estocolmo, tal como en la Psicología, se define a un grupo de personas que durante un tiempo prolongado al estar de rehenes, manifiestan conductas, hasta asociativas o tolerables ante sus captores, en una especia de normalidad, para evitar la indignidad del ultraje o para mantener la expresión mínima de supervivencia. Nada más observar los índices sociales y su dependencia para con quiénes manejan (dado que no administran ni gobiernan, sino que lo toman como si fuese propio a la confianza que les ha sido conferida, circunstancial como condicionadamente) el municipio como para entender, la inequidad que padecen los sancosmeños y de los que no podemos apartar la mirada, menos aún, ante la propia confesión de los autores de estos “democraticidios” (Ver el neologismo en el siguiente enlace europeo, “Democraticidio el delito de los políticos contra la política”, González Cabañas, F.)  http://radspain.com/?p=13749
 De no prestarle la debida atención, esta situación puede extender su riesgo a un orden mayor y aumentar la inestabilidad, lo que pondría en peligro no sólo la vida del municipio sino que, trascendiendo sus límites, pueden conmocionar la vida toda de la provincia. Es muy importante tenerlo en cuenta para poder apreciar las múltiples e imprevisibles consecuencias que pueden aparejar una situación de crisis o gravedad institucional no solucionada en un municipio.
                             No obstante la autonomía consagrada constitucionalmente, la intervención es el más fuerte instrumento de control sobre el municipio y responde al principio mayor de la supremacía. Es muy importante, asimismo, recordar que esta medida obedece, en rigor, a la obligación que asume la Provincia con la Nación de garantizar el régimen municipal, de conformidad con el artículo 5° de la Constitución Nacional.
                           La forma republicana exige el funcionamiento coordinado de cada uno de los poderes constituidos para cumplir con los fines a su cargo y en caso de imposibilidad por parte de ellas o de hechos graves, como el acaecido, amerita su normalización por medio de los mecanismos con los que cuenta el Estado provincial para su regularización, en pos de una adecuada administración estatal y para tranquilidad de toda la comunidad de San Cosme.
                            La jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación al referirse a la doctrina de la emergencia, ha dicho que: “… Corresponde a los poderes del Estado proveer todo lo indispensable para salvaguardar el orden público o bienestar general, lo que significa atender a la conservación del sistema político y del orden económico, sin los cuales no podría subsistir la organización jurídica sobre la cual reposan las libertades individuales” (Corte Sup., 13/8/1998, "Gutierrez, Alberto v. Ferrocarriles Argentinos", Fallos 321:1984).
                             Es pertinente al caso la doctrina de las circunstancias excepcionales expuesta en la jurisprudencia francesa, que sostiene que: “… según la fórmula del Consejo de Estado, en circunstancias excepcionales las autoridades administrativas pueden adoptar medidas exorbitantes de sus atribuciones normales con el objeto de proveer con extrema urgencia las necesidades del momento…” (Laubadére) ( “Héyriés”, 28-junio-918, citado por WEIL, Prosper – POUYAUD, Dominique y MONTEZANTI, Néstor Luis (traducción y anotaciones), EL DERECHO ADMINISTRATIVO, Editorial de la Universidad Nacional del Sur, Serie Docencia, 1ª Edición, Bahía Blanca, 2010, p. 120).                       
                           El artículo 236 de la Constitución de la Provincia establece que los municipios pueden ser intervenidos por ley en caso de grave alteración del régimen municipal, la confesión por parte de sus actores, en calidad de miembros integrantes de ambos departamentos como de miembros de una misma familia entronizada en el poder desde hace décadas.
                          Por las consideraciones expuestas solicito a Vuestra Honorabilidad el urgente tratamiento y ulterior aprobación del  proyecto elevado.

DIOS GUARDE A VUESTRA HONORABILIDAD

EL HONORABLE SENADO Y LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES, SANCIONAN CON FUERZA DE
L    E    Y


ARTÍCULO 1º.- DISPÓNESE la intervención del Departamento Ejecutivo y del Departamento Legislativo de la Municipalidad de San Cosme, de conformidad con lo establecido por el artículo 236º de la Constitución de la Provincia de Corrientes.
ARTÍCULO 2º.- DISPÓNESE el cese del ejercicio en los cargos de Intendente, Viceintendente y concejales de la Municipalidad de San Cosme.
ARTÍCULO 3º.- EL Poder Ejecutivo de la Provincia designará la persona que ejercerá las funciones de Comisionado Interventor.
ARTÍCULO 4º.- LA intervención así dispuesta tendrá por objeto restablecer el normal funcionamiento del Departamento Ejecutivo y del Departamento Legislativo de la Municipalidad de San Cosme limitándose a atender exclusivamente los asuntos ordinarios con arreglo a las ordenanzas vigentes.  No podrá crear gravámenes ni contraer empréstitos u otras operaciones de crédito.
ARTÍCULO 5º.- COMUNÍQUESE al Poder Ejecutivo.

            Este proyecto fue realizado por el Centro de Estudios “Desiderio Sosa” a los efectos de que los señores legisladores, como medios de comunicación y ciudadanos puedan tomarlo, citando la fuente y redinamizarlo a los efectos de que San Cosme puede volver a tener un normal desenvolvimiento institucional. El Proyecto a nivel técnico, está referenciado en el 11952/17 que ingreso en Marzo pasado a los efectos de solicitar la intervención a la Municipalidad de Itatí y no será ingresado como iniciativa ciudadana, tal como lo hiciéramos el año pasado en virtud de presentar el proyecto de prórroga de mandatos, sino que consideramos necesario e indispensable el acompañamiento de los actores que el juego democrático determina para estos menesteres, reservándonos claro está, esto mismo.


viernes, 12 de mayo de 2017

Revolución de Representatividad en el Legislativo; La cámara de los Dipunadores.

La presente es la propuesta teórica que ofrecemos a todas y cada una de las repúblicas democráticas que se precien de representativas, a los efectos de que mediante la instauración en el pleno del poder legislativo, de la tercer cámara (allí donde existan dos) que daremos en llamar de Dipunadores. A diferencia de cómo se eligen los integrantes de los parlamentos tradicionales o clásicos, y de cómo resultan escogidos los representantes de los ejecutivos, los Dipunadores serán elegidos por la asamblea legislativa, o la suma de diputados y senadores. Para ello, se deberá crear un registro ciudadano, en donde como condición excluyente, estos deberán esgrimir no tener vinculo de consanguineidad, ni laboral, con ninguno de los miembros de las cámaras que elegirá esta. Asimismo y como condición final y sine quanon, los integrantes de estar tercer cámara legislativa no deben estar afiliados a ningún partido político que forme parte del sistema político clásico o tradicional. Una vez conformado el registro, el proceso será conducido por la Asamblea legislativa clásica o conformada para ello (suma de diputados y senadores) y luego de la revisión de estos impedimentos, se procederá a un sorteo (el sistema será adoptado a criterio de cada Asamblea) para elegir a los Dipunadores que serán en total, la suma de diputados y senadores. En esta tercera cámara legislativa, las comisiones o ámbitos de trabajo, serán compuestos por todos y cada una de las jurisdicciones en que se dividan políticamente los distritos, es decir que los Dipunadores de un determinado país legislarán en las comisiones en que se dividan en provincia, regiones o municipios. La función legislativa primordial, es decir como puerta de ingreso o inicio de las diferentes iniciativas parlamentarias, estará vinculada a la realización palmaria de la democracia en cuanto tal. Todos los proyectos que propongan, promuevan la instauración de una democracia más directa, más real, más vinculante entre representantes y representados, más inclusiva, más participativa y más transparente, se articulará mediante los Dipunadores. Como cámara de control, será la última que controle y determine la imposición del “ostracismo” político, suplantando al juicio político, para todos y cada uno de los integrantes del poder legislativo, del ejecutivo y del judicial. El ostracismo, tal como funciono en el  Grecia Antigua dispondrá además del alejamiento del funcionario a sus tareas, la invitación al destierro o el exilio forzado como penalidad manifiesta ante lo que se considere (un mal proceder político) traición a la patria. Algunas consideraciones menores antes del ejemplo ilustrativo y las posteriores fundamentaciones. Los Dipunadores, no podrán ser reelectos por ningún período, en su conformación global se propenderá a una equidad en cuanto a género y segmentos etarios y durarán en sus cargos más que un diputado y menos que un senador o igual tiempo que estos.
Verbigracia: La Provincia X, cuenta con una cámara legislativa de quince senadores y treinta diputados. Deberá elegir cuarenta y cinco Dipunadores. Estos dividirán su actividad legislativa en la cantidad de municipios en que está divida la provincia en este caso, setenta. Se abrirá un período de cuarenta y cinco días, la misma cantidad de Dipunadores, traducidos en días, para que la ciudadanía se inscriba en el registro abierto a tales fines, se establecerá, que se pueda realizar vía digital, generándose luego de cesado el tiempo de inscripción la Asamblea Legislativa, o suma de Diputados y Senadores que depurará el registro, mediante la exclusión de quiénes estén afiliados, adheridos a cualquier partido político (o que tengan menos de un año de renunciados o apartados de los mismos) y que tengan lazos de familiaridad directa con integrantes del poder legislativo que elegirán a los mismos. Esta asamblea una vez realizada esta depuración, podrá hacer una preselección que contemple que de acuerdo a la cantidad total de integrantes a elegir queden en proporción tanto hombres como mujeres y segmentos etarios en los que se subdivide la población general del distrito en cuestión. En este caso, podrían ser elegidos 23 Dipunadores Mujeres y 22 hombres, de los cuales, 10 podrían ser de entre 30 y 40 años, otros 10 de entre 40 y 50, otros 10 entre 60 y 70, 7 con más de 70 y los restantes menores de 30 y mayores de 18. Como en este distrito imaginario esta a su vez subdividido en setenta municipios, serán tales la cantidad de comisiones en las que trabajaran estos legisladores. Duraran cinco años, un promedio entre los cuatro de los diputados y los seis de los senadores y tendrán como función legislativa principal el legislar para propender a una democracia más directa, más real, más participativa, instaurando audiencias públicas, bancas ciudadanas, plebiscitos, sistemas de participación y se transformará en el ámbito de control tanto del poder legislativo, como de los restantes poderes del estado, imponiendo como novedad la suplantación de la remoción o juicio político, por el sistema del ostracismo que penaliza al infractor representativo además del desaforo la pena de la ida de su distrito o invitación al exilio.
 Sin que sea una cuestión gnoseológica, probablemente la filosofía política, el contratismo social, el parlamentarismo, la política en sí se hayan constituido en el escudo protector, para sostener, argumentalmente, un estado de cosas, que bajo la petición de principios de la institucionalidad, nos remite obligadamente a posiciones dogmáticas, que las traza o sitúa como indiscutibles. Sí nos ponemos a pensar hasta la nomenclatura de los Senadores, arrastramos desde hace años, sin que se proponga sí quiera revisarla en su semántica, por esta simbolización in extremis, por esta totemización en que hemos transformado o lo venimos haciendo a nuestro sistema político, una suerte de sanctasanctórum.
Se deja en claro que la pretensión no es hacer ni discutir ciencia, a partir de la premisa de que la filosofía política, de un tiempo a esta parte, no viene discutiendo, nada o casi nada, que establezca consideraciones radicales que propongan un estado de cosas, (discutir la misma noción de estado dentro de ellas) que difiera, al menos, discursivamente, de una inercia en la que se podría decir que estamos sometidos, desde los primeros libros de consideraciones políticas tal como la conocemos. A diferencia, de lo que ocurre, por ejemplo, con otro campo, extenso de lo filosófico, como el ontológico, en donde las perspectivas, no sólo que han sido y son, de diversidades insondables, sino que además interpelan, a la confrontación de la experiencia metafísica, del cabo a rabo del fenómeno humano. Se entiende que podrán alegar, que esta consideración pueda ser catalogada de logomaquia o pecaminosa por insustancialidad académica, sin embargo, el registro de los hechos de nuestras democracias occidentales actuales nos impele a pensar, utilizando la filosofía política para ello, por más que como se considera, esto mismo sea un oxímoron. Sí hablamos de legitimidad, no sólo debemos hacerlo, diferenciándola, de la legalidad, sino estableciendo una meridiana diferencia entre la legitimidad parcial versus la legitimidad absoluta, la primera que es la válida y la única razonablemente cierta que puede otorgar el ciudadano a sus mandantes y la segunda, la que cree tener el representado cuando absorbe la cesión de la ciudadanía, para luego cometer los latrocinios por todos conocidos, que supuestamente, controla o controlaría, estos excesos, otro poder de un estado constituido que sería el poder judicial, cuyos miembros no son elegidos, paradigmáticamente por el voto de la gente. Esta razón de la legitimidad parcial, podría encontrarse observada explícitamente, en que el ciudadano al delegar su representatividad, lo haga no sólo por el término de una elección a otra, sino también bajo ejes conceptuales, que vayan más allá de lo temporal. Un ejemplo concreto sería que los representantes clásicos del poder legislativo, puedan cerrar el círculo de representación, eligiendo ellos, mediante sorteo, como en la Grecia antigua y su noción mediante el azar que todos los ciudadanos tenían la posibilidad de ser parte del gobierno, a una capa, una cámara de representantes, que tal como lo planteamos tenga como condición excluyente el no ser parte de los partidos políticos tradicionales que como es de común saber, son parte del problema, más que de la solución de las flagrancias o de las ausencias que nos brinda la democracia en nuestra occidentalidad contemporánea. El bien jurídico mayor de cualquier ciudadano ante un derecho colectivo es que le sea garantizado una vida en democracia, y cuando esto no ocurre, el mismo ciudadano debe agotar las instancias para llevar adelante este reclamo en todas las sedes y ante todas las instancias judiciales. No podrían objetarse ante esto, cuestiones metodológicas o de fueros, la justicia en cuanto tal, debe preservar y hacer cumplir el precepto democrático por antonomasia, que los candidatos de  los diferentes partidos se elijan por voto popular, sean únicamente de los miembros de los respectivos partidos o de estos y los independientes.
A diferencia de lo que podría ser un artículo en el ámbito académico, o en las fundamentaciones para respaldar proyectos parlamentarios, no creemos necesario el citar lo mil y un autores a los que claramente le podríamos hacer decir algo que sirva de referencia conceptual o intelectual. Sería un despropósito, pues creemos que nadie, que sea medianamente citado en forma razonable, se desempeñe en el ámbito jurídico, filosófico o intelectual en general, estaría de desacuerdo, con que primero es la democracia, luego los partidos y finalmente los candidatos presentados para representar a los ciudadanos, que otorgan o ceden sus derechos  políticos mediante el voto o sufragio, esta cadena o círculo que se le enseña a cualquier niño en los primeros tiempos de ciencias sociales o educación cívica, es básicamente de lo que trata lo democrático, de su esencia y de su razón de ser.
Sería más fácil que encontremos autores que respalden sistemas políticos democráticos en las formas, pero no en los hechos, que puedan sostener que lo más determinante son estructuras o pilares que se les llama partidos  y que no importa como escojan sus candidatos, sino que a partir de estas estructuras nace o surge lo democrático. Llevar a cabo una argumentación en este sentido, sería, en la metáfora coloquial, poner el carro delante del caballo, y ninguna persona con sentido común o respetando el principio de no contradicción podría defender que existan distritos en una democracia representativa en donde sus partidos válidos no eligen sus candidatos mediante voto del soberano.
La idea general de que la ciudadanía no está, porque no quiere, no se la deja, no se la permite, en política, sí bien puede ser tildada de incomprobable, no deja de ser un mito urbano, una suerte de leyenda moderna, que deslegitima con su sólo presencia, que se profundiza ante la primera llovizna en donde caen desde el cielo cualquier tipo de pillería, o de situación poco clara, por parte de la clase, la casta o la elite política, hacia o en contra de la ciudadanía en general,  casi siempre vinculado a hechos de corrupción o poca transparencia. Esta es una de las razones, por las cuáles los Dipunadores tendrán también el rol general de contralor, con la novedad de volver a instituir el concepto de ostracismo a los funcionarios incumplidores con sus mandatos públicos de todos los poderes del estado, a los efectos de que la ciudadanía perciba a las claras, qué y cómo es lo que sucede con quiénes han birlado y defraudado su confianza.
La democracia, sin embargo, sólo puede ser entendida en los términos expresados como deseo, defendida como una cuestión de fe y sacralizada en su versatilidad de que asimila todo en cuanto lo rechaza. Referencia y diferencia, unicidad y multiplicidad, la inversión de lo metodológico de lo general a lo particular y todo y cada uno de los axiomas, como de las razones fundadas como infundadas que se quieran proponer, caerán rendidas ante la noción desiderativa de lo democrático.
La democracia es expectativa. La democracia no puede ser plenamente concretada, dado que en tal caso se transformaría automáticamente, en un absolutismo totalitario. En nuestra modernidad, el sujeto de la democracia, es el individuo. Así ocurre desde la composición de los contratos sociales, que unificaron todas y cada una de las expectativas de los suscribientes (expresando medularmente lo filosófico, saldando la aporía de lo uno y lo múltiple) en una voluntad mayor o estado, que mediante una representatividad, administra o ejerce ese poder que ha sido previamente legado. Extendiendo y más luego, renovando las expectativas, cada cierto tiempo, llamando a sufragio, a elecciones, a todos y cada uno de los contratistas, para que elijan a quiénes lo representen en la administración de esa cesión de derechos cívicos y políticos.
La democracia debe fundamentarse, o estar fundada, en la condición estadística en la que se circunscriba el individuo. Esto es, asumir la realidad para a partir de ella construir la expectativa que es su razón de ser. De lo contrario, en caso de continuar, generando expectativas ante la mera convocatoria de elecciones, para renovar representantes, la legitimidad del sistema siempre estará riesgosamente en cuestión, pudiendo alguna vez, un grupo de hombres considerar el retorno a algún tipo de absolutismo.
La sujeción de lo democrático a la condición en la que este sumido una determinada cantidad de hombres, garantizará que la expectativa que por regla natural es su razón de ser, no sea siempre una abstracción, sino que este supeditada a un resultado, a un determinado logro, concreto y específico. De aquí que la función específica de los Dipunadores, no sea la de revolucionar el sistema representativo, lo democrático en sí o el sistema de partidos, sino de empezar a trabajar en ello.
Hasta ahora y tal como veníamos detallando, se habían generado las circunstancias como para (libertad de expresión, cierta extensión de oportunidades, valorización de los aspectos a mejorar) construir una democracia moderna, creemos imprescindible esta herramienta que orbite en nuestro sistema político, con esta cámara nueva o con esta representatividad novedosa, para que sean los Dipunadores junto al resto de los políticos y sus vínculos con la ciudadanía y la población quiénes en diferentes partes de Occidente nos ofrezcan distintas formas perfectibles de lo democrático, tal como en la actualidad lo podríamos entender o conceptualizar.
Esta contribución teórica es patrimonio del Centro de Estudios Políticos Desiderio Sosa (fundado por Carlos Coria García y Francisco Tomás González Cabañas), se cede la publicación o reproducción total o parcial del mismo (que es resumen abrevado de la obra completa), haciendo alusión a esta presente aclaración y enviando copia electrónica o link: a la siguiente dirección de correo: 


jueves, 20 de abril de 2017

“Convocamos a un debate público a los tres candidatos a Intendentes de la Ciudad de Corrientes”.

Es vergonzoso que a esta altura de la consolidación democrática, tengamos que pedir, que clamar, que implorar, un debate público entre los tres candidatos que disputaran la jefatura de gobierno de una ciudad como Corrientes. Nos rasgamos o mejor dicho desgarramos las vestiduras, con declaraciones de campaña, con fotos al mejor estilo  avistaje de pobres o en plena acción política travestida en rol de gobierno (es decir cumpliendo la obligación que tienen, pero posando para la cámara para luego con los medios pagos, reclamarle al ciudadano que reconozca tal labor, exhortándolo a que los vote nuevamente para que  sigan percibiendo suculentos ingresos mucho más allá de la media) con salutaciones edulcoradas, aguardando los tiempos finales incluso para aceptar cuando se despachen con la orgía de prebendas y dádivas y nada hacemos o decimos, para propender a esta acción que debería ser una política de estado. En todos los órdenes, nacional, provincial y municipal, debería existir una normativa que imponga a todo candidato con posibilidades de hacerse con un ejecutivo de confrontar sus ideas con el resto de los pretendientes. Esto impulsaría incluso que se presenten con su equipos de gobierno, con quiénes se harán acompañar en sus posibles gestiones, o ¿acaso seguimos votando, como siglos atrás, una suerte de suma de poder público, para que un candidato arme y desarme como le plazca su agenda de gobierno, la que previa y supuestamente hizo pública en medios que paga o con fondos públicos o con fondos oscuros de la financiación ilegal de la política?. ¿No nos estamos perdiendo de la mejor herramienta como para conocer a nuestros candidatos, o porque fiarnos de sus propias campañas de sus mates organizados por red social, de sus timbreos espontáneos, de sus caminatas casuales? ¿No son acaso, todas estas, artimañas publicitarias, creadas para que tengamos la sensación de que los candidatos son abiertos no solo a su disponibilidad de tiempo, sino de mente, como se dice vulgarmente, de cabeza, como para escuchar y más luego poder comprender, otras razones que no sean las suyas?.
¿El que no tengamos un debate público, o el que tengamos que pedirlo desde una institución que no percibe fondos públicos, no habla acaso de toda nuestra clase dirigente, en su gran mayoría, cómplice y mendaz, a la espera de cerrar con el ganador, habiendo apostado a los que tengan más  chance antes, para acordar sus camándulas facciosas y sectoriales, y habiendo conseguido esto, dejar al gobernante que acomode a diestra y siniestra, en los lugares públicos a cuanto amigo y pariente desee, sin decirle o reclamarle ninguna ética ciudadana?  
¿El que sólo manifestemos nuestros puntos de vista, de los aspectos públicos en el ámbito virtual, es acaso una solución o parte del problema, dado que podemos dar vida a esta iniciativa casi inmediatamente, pero sí no se la respalda, no se la comparte, sino se la adopta, por parte de instituciones como el Colegio de Abogados, la Federación económica o el Arzobispado, como para que ofrezcan sus instalaciones para organizar el debate y si no se la difunde por medios que sean parte de lo democrático y lo republicano, solo quedara como otro intento más, vano y efímero, para consolidar nuestras instituciones?
Nosotros nos hacemos estas preguntas, los ciudadanos y la clase dirigente tienen las respuestas. En el caso de que hagamos el debate público, del público saldrán las preguntas y los candidatos tendrán que dar sus respuestas. Posiblemente esta sea la razón principal por las que desde la política no se promueven debates. Son esencialmente lugares en donde se deben dar respuestas. Ellos están debiendo varias o las que dieron dejaron mucho que desear, de todas maneras, lo mejor que pueden hacer es ir a debate, de lo contrario, están siendo parte del problema y no de la solución o de las respuestas que la democracia requiere.




“Lo preocupante se muestra en que todavía no pensamos. Todavía no, a pesar de que el estado del mundo da que pensar cada vez más. Pero este proceso parece exigir más bien que el hombre actúe, en lugar de estar hablando en conferencias y congresos y de estar moviéndose en el mero imaginar lo que debería ser y el modo como debería ser hecho. En consecuencia falta acción y no falta en absoluto pensamiento. Y sin embargo…es posible que hasta nuestro días, y desde hace siglos, el hombre haya estado actuando demasiado y pensando demasiado poco”. (Heidegger, M. “¿Qué quiere decir pensar?. Ediciones del Serbal. Barcelona. 1994. Pág. 114.)

Centro de estudios Desiderio Sosa.